Hola a todos !
El último libro que me he leído en realidad es el de " Los privilegios del ángel ", pero entre medias comencé " La hija del sepulturero " que aunque estaba bien me pareció muy lento y lo abandoné en el momento que supe de la existencia de este libro.
Los que me conocéis sabéis que tengo debilidad por Arturo Pérez Reverte, y de hecho tengo todo los libros que se han editado de él; reconozco que en algunas ocasiones su lengua afilada puede provocar mucho malestar en diversas clases de personas, pero sin embargo a mí me cautiva.
Es por ello que quizás este libro " Perros e hijos de perra " me ha gustado tanto; a ver, no es una novela. En este caso Reverte simplemente nos brinda todo artículos que tratan acerca de perros, historias de unos y de otros, y una crítica e todos esos " hijos de perra " que son tan felices maltratando o abandonando a un perro como quién deja una silla en el contenedor.
Para Reverte, y ahí aunque no de forma tan radical me sumo yo, la vida de un perro vale más en muchas ocasiones que la de muchas personas; a ver, entendedme. He tenido la suerte de tener perro, de disfrutar su compañía , su nobleza y su lealtad; he llorado su muerte más que a muchos de mi familia porque durante sus trece años me demostró que valía la pena que mis lágrimas cayeran por su ausencia. Y sí, prefiero a un perro que a muchos sinvergüenzas que van contaminando el mundo únicamente con su presencia y con su mala fe.
Reverte comenzó siendo reportero de guerra, y ha visto demasiadas cosas en esta vida como para tener la misma percepción de la vida que podamos tener un ciudadano de a pie con una vida monótona. Todo ello se refleja en este libro; y aunque en algún momento puede resultar repetitivo por la manera que una y otra vez defiende y critica lo mismo, os aseguro que a una que aquí escribe le emocionó y más de una lágrima hizo caer al leer historias de alguno de los protagonistas caninos.
Es rápido de leer, y lo recomiendo a todos aquellos que aman a los perros, y más aún a todos aquellos que los desprecian.